miércoles, 13 de abril de 2011

El masaje en las alteraciones de la movilidad de las articulaciones


Después de traumatismos o procesos de inflamación en las articulaciones puede producirse una limitación de su movilidad. El masaje ayuda a la recuperación de la función articular.
En caso de contracturas de las articulaciones de las extremedidades exteriores, el masaje se efectúa en posición tumbado o sentado. Si la movilidad está limitada en la articulación del codo, el masaje comienza por la parte superior del hombro, incluyendo las siguientes técnicas en la sesión: roce superficial (2-3 veces), presión deslizante (4-5 veces), amasamiento (ordinario y con el borde cubital de la palma de la mano 2-4 veces cada uno; con las yemas de los cuatro dedos- 4-5 veces); de nuevo, presión deslizante (3-4 veces) y  roce superficial.

El masaje en la artrosis deformante de la articulación del codo.


En la artrosis de la articulación del codo la propia articulación se masajea muy ligeramente y no más de 1-3 minutos.
El paciente está en decúbito prono[1]. La sesión de masaje comienza por el antebrazo. Se aplican las siguientes técnicas: el roce superficial, la presión deslizante transversal, el amasamiento[2] ordinario y el doble circular; cada técnica se repite 4-6 veces. Luego  se pasa al hombro. Después del roce superficial combinado (3-4 veces) se comienza la presión deslizante (4-6 veces): se masajean todos los músculos del hombro: bíceps, tríceps, deltoides; luego, el amasamiento ordinario (4-7 veces), el roce superficial (2-3 veces), la presión deslizante (4-6 veces), la VBI (2-3 veces cada uno).
Sobre la propia articulación se aplican el roce superficial circular y fricciones: “pinzas”, lineal (turando las yemas de los cuatro dedos con el dedo pulgar, a lo largo de la articulación; 4-8 veces). Finalizan con el roce superficial circular (4-6 veces).


[1] Decúbito: Posición del cuerpo tumbado horizontalmente, tendido boca abajo con el cuello en posición neutra, miembros superiores extendidos pegados al tronco y con las palmas de las manos hacia abajo, extremidades inferiores también extendidas con pies en flexión neutra y punta de los dedos pulgares hacia abajo.
[2] El amasamiento es uno de los movimientos claves de los masajes. Se aplica con toda la mano, cogiendo y estrujando cada parte del cuerpo.





El complejo del codo y el antebrazo


El complejo del codo y el antebrazo se compone de tres huesos y cuatro articulaciones[1]. Las articulaciones humero cubital y humero radial forman el codo. Los movimientos de flexión y extensión del codo suponen un medio para ajustar la longitud funcional global de la extremidad superior. Esta función se emplea para muchas actividades importantes, como comer coger objetos, lanzar cosas y para la higiene personal. (Foran, 2007)
El radio y el cúbito se articulan entre sí dentro del codo en las articulaciones radio cubital proximal y distal. Esta serie de articulaciones permite a la palma de la mano girar hacia arriba (supinación) o abajo (pronación), sin requerir el movimiento del hombro. La pronación y supinación pueden realizarse junto con, o con independencia de, la flexión y extensión del codo. La interacción entre las articulaciones del codo y el antebrazo aumenta en grado sumo la amplitud de desplazamiento eficaz de la mano.


[1] 1. Articulación humerocubital; 2.Articulación humeroradial; 3. Articulación radiocubital proximal; 4.Articulación radiocubital distal.